domingo, 25 de julio de 2010

Envolvió un poco el bocadillo en papel plata, y se levantó.

-Mantente siempre alerta, Luryna; ya sabes que cómo se mueven los seekers.

Era su primera noche desde que salió de la Ciudadela y ya lo había olvidado por completo; los seekers, como así se hacían llamar, pertenecían a una de las sectas más poderosas que podían existir en el mundo. Rendían culto a la Oscuridad, y se rumoreaba que su líder, era la propia Muerte; aquello era curioso: nunca se les ha visto como esbirros del soberano Dios de la Oscuridad Eterna, sino más bien como eso, como una secta aparte que servía a la Muerte. Daba que pensar, dado que todos los que habían tratado de recopilar información sobre ellos, nunca han vivido para contarlo: eran seres expertos en el asesinato nocturno.

-Lo siento... de verdad que lo siento.

-No importa; ahora que estoy aquí no tiene nada que temer.

Aquello no le ayudaba demasiado. Sabía que estaba segura; le habían asignado uno de los mejores guardianes del Reino de Rosián para completar la misión que se le había encomendado, pero había oído muchas historias acerca de él: Se decía que fue capaz de arrasar una aldea con un solo movimiento de su espada matando a muchos inocentes; su apodo de “El Hijo de la Muerte”... no; la verdad es que no estaba muy tranquila que digamos.

Pero sabía que estaba segura.

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Porque hay determinadas personas que te transmiten seguridad, sin tener la necesidad de conocerlas.

Y porque a veces no hay que hacer caso a lo que cuentan las historias; porque ya se sabe: esas historias habrán ido pasandoy pasando, y al final habrán acabad convirtiéndose en algo completamente diferente. Muchos de vosotros seguro que lo habéis experimentado alguna vez.

jueves, 15 de julio de 2010

-¡¡Me has asustado!!

-Ni siquiera te has molestado en mirar si estaba. Te pierdes cada vez que tienes arena de la playa a tus pies.

Tenía razón; sentía pasión por la costa. Ella misma lo había dicho más de una vez: “Si tengo que morir en algún lugar, que sea aquí, en la orilla del mar.”

-Lo siento...

La chica suspiró, entre culpable y a la vez aliviada, al saber quién le había pegado aquel susto de muerte. La antorcha que llevaba el sujeto en cuestión, le hizo ver con mediana claridad su silueta: vestía una túnica azul marina que llegaba hasta el suelo, y en la cabeza, llevaba una diadema, de la cual brotaban cuatro alas negras que parecían formar una especie de pirámide.

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Da que pensar, ¿no? En los tiempos que corren, ver un sujeto tal no es algo muy común, y si se viera, sería etiquetado como “friki”, o un personaje haciendo un “cosplay”. Pero, ¿por qué Luryna lo veía con tanta naturalidad?

martes, 13 de julio de 2010

El rumor del agua llegó a sus pies como si los hubiera echado de menos mucho tiempo; pero se marchó tan rápido como había llegado aunque no tardaría en volver, puesto que el mar es muy caprichoso, y manda sobre el agua y las criaturas que habitan en ella.

Anochecía; el sol comenzaba a ponerse entre las montañas y el propio mar más allá del horizonte, formando una de las estampas más bonitas que puede dar la Madre Naturaleza.

Caminaba sobre la arena de la playa, sin rumbo fijo; solamente quería sentir la brisa marina tocando cada uno de los rincones de su piel; se sentía llena de vida.

Para ella, aquel era su hogar: el mar, la arena, la brisa... se quedaría allí para siempre, contemplando tan bello paisaje mientras sus pies la dirigían por la orilla.

Anocheció, y aquella chica fue alejándose de la orilla, dispuesta a acampar para descansar, después de tan largo viaje. Llevaba consigo una gran mochila con víveres y utensilios para montar una tienda de campaña, y encima de ella, un saco de dormir. Soltó la mochila, sacó de ella la tiendo y la desplegó sin problemas. A continuación, desenrolló el saco de dormir y lo introdujo dentro de la tienda. Luego, metió de nuevo la mano en la mochila y sacó un bote lleno de aceitunas y un bocadillo de jamón y queso envuelto en papel plata, y se dispuso a comer.

-Llegas tarde, Luryna.

La chica dio tal respingo que casi se muerde la lengua, cuando estaba dispuesta a dar el primer mordisco al bocadillo.

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Nunca os descuidéis cuando estéis solos. Por muy tranquilo que esté todo, siempre puede haber alguien, que sin tú esperarlo, te sorprenda.

Recordadlo. ^^

lunes, 12 de julio de 2010

Bienvenidos a mi humilde rincón.

Me sumerjo en el mundo propiamente dicho de los blogs por primera vez; espero poder sobrevivir en él por mucho tiempo. Ahora estoy comprobando sus múltiples variables y posibilidades, así que próximamente comenzaré a postear seriamente.


"¿Sobre qué?"


Bueno, eso es una incógnita incluso para mí. Digamos que cada día habrá algo nuevo: quizá una historia, una crítica o incluso algo completamente rocambolesco.


Sin más, me despido por hoy.


"Esta es mi historia, y tú formas parte de ella."